jueves, octubre 27, 2005
Capítulo I El Pensamiento
Prefacio:
Será una historia de capítulos cortos para que no se aburra nadie...
El Pensamiento
Caminaba solitariamente por las calles del pueblo, no esperaba nada y no buscaba a nadie, gustaba de oír crujir las hojas secas que el otoño dejaba a su paso, este otoño era partícularmente frío, y particularmente intenso. Le encantaba tiritar y el vaho condensante que salía de su boca, pensaba quizá, soñaba muy probablemente, eso no lo sabía ni ella misma, lo único que sabía es que tenía miedo, pero ¿a quién le importa el miedo cuando el mismo miedo le teme a uno?. Intensa, tal ves; solitaria, por placer; amante, ocasional; amó, sin respuesta.
El viento helado rozaba su rostro aquella tarde, las chimeneas de las casas de las cercanías no dejaban de charlar, algunas se sorpendían de lo que oían contar, otras preferían cerrar los ojos al amor, algunas otras contaban alegres los sucesos del día, pero ¿a quién le importan las chimeneas?, ¿a quien le importa el humo?; se descubrió a si misma pensando en el humo, dándole vida a las chimeneas, se descubrió pregúntandose a si misma demasiadas cosas, demasiadas preguntas sin respuesta atormentaban su mente, algún día moriría. Esa era ella, desconocida para todos.
Será una historia de capítulos cortos para que no se aburra nadie...
El Pensamiento
Caminaba solitariamente por las calles del pueblo, no esperaba nada y no buscaba a nadie, gustaba de oír crujir las hojas secas que el otoño dejaba a su paso, este otoño era partícularmente frío, y particularmente intenso. Le encantaba tiritar y el vaho condensante que salía de su boca, pensaba quizá, soñaba muy probablemente, eso no lo sabía ni ella misma, lo único que sabía es que tenía miedo, pero ¿a quién le importa el miedo cuando el mismo miedo le teme a uno?. Intensa, tal ves; solitaria, por placer; amante, ocasional; amó, sin respuesta.
El viento helado rozaba su rostro aquella tarde, las chimeneas de las casas de las cercanías no dejaban de charlar, algunas se sorpendían de lo que oían contar, otras preferían cerrar los ojos al amor, algunas otras contaban alegres los sucesos del día, pero ¿a quién le importan las chimeneas?, ¿a quien le importa el humo?; se descubrió a si misma pensando en el humo, dándole vida a las chimeneas, se descubrió pregúntandose a si misma demasiadas cosas, demasiadas preguntas sin respuesta atormentaban su mente, algún día moriría. Esa era ella, desconocida para todos.
// posted by Lupus Magister @ 10:48 p.m. 
7.7
8.4
7.3
5
4.3