martes, noviembre 22, 2005
Mis Vacaciones
Vangogh - Caffe Si seré imaginativo, a veces me imagino que uno de mis amigos, el que más inculto pueda considerar de repente me da la sorpresa y dice: “soy un escritor famoso”, o “soy el escritor aquel con el que hablas pero usaba un pseudónimo”. Pienso también en agarrar una maleta y que me voy a una playa o a un lugar el que sea, pasear a gusto por ahí, sin preocupaciones ni pendientes, desayunar rico en un café con mesas en la acera; la comida sería en la playa, bueno eso no lo decido bien aún, existe la posibilidad de no irme a la playa pero la cena sería en una taberna oscurantista eso si lo tengo claro, sería frugal, un baguette, algunas verduras frescas, una copa de vino tinto, en algún rincón de la taberna alumbrado por una vela a punto de consumirse.
De día, me sentaría en un parque a leer un buen libro, que importa que la vida pase, se habrá detenido para mi, hojas que caen, niños corriendo algún perro pasará corriendo delante de su amo, alguien sonará el timbre de su bicicleta al pasar y espantará las palomas que apaciblemente comen las migajas de pan del camino. Llegará la tarde, habrá que buscar algo para hacer, pero no hay prisa, el tiempo se ha detenido. Quizá sólo decida asomarme por el balcón de mi cuarto de hotel, me tome un café en la mesita que han dispuesto para dos pero que esta vez sólo ocupo yo, la gente pasará aprisa tal cual yo hago en mi ciudad, los coches pasarán presurosos con las luces encendidas, todos tienen prisa menos yo, tampoco el sol tiene prisa por irse aunque la luna está inquieta por levantarse, pero ni el sol ni yo tenemos prisa.
Cuando asomen las estrellas de nuevo, en mi cuarto de hotel encenderé la lamparilla de mesa y abriré de nuevo mi libro, quizá abra mi bloc de notas y empiece a escribir sobre mis vacaciones…
// posted by Lupus Magister @ 10:08 p.m. 
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